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¿Los vehículos con función automática de parada y arranque necesitan aceites especiales?
Ventajas y desventajas de los sistemas arranque y parada
Los sistemas de arranque y parada reducen el tiempo de ralentí del motor. Esto reduce el consumo de combustible y, en consecuencia, las emisiones de CO2, sobre todo en tráfico urbano y en retenciones.
Sin embargo, este sistema también tiene desventajas que, en gran medida, las tiene que compensar el aceite de motor. Entre las desventajas de los sistemas de arranque y parada se encuentran un desgaste considerablemente mayor, la fricción de adherencia durante los procesos de arranque, temperaturas del motor mucho más altas y una mayor formación de sedimentos en el circuito de aceite debido a la reducción del tamaño.
¿Por qué aumenta tanto el desgaste?
Una fina película de aceite, denominada película lubricante hidrodinámica, separa dos componentes entre sí. Cada vez que el motor se para y arranca, esta película de aceite se rompe y los dos elementos de fricción se tocan. Este estado de funcionamiento se denomina «área de fricción mixta». Todos los motores funcionan más o menos brevemente en este ámbito. Allí el desgaste es especialmente elevado, sobre todo cuando se utiliza aceite de mala calidad.
Otro aspecto son las fuerzas que actúan hasta que las piezas móviles del motor vuelven a estar en su movimiento de rotación, después de una parada. Para superar la fricción de adherencia entre los elementos de fricción, se requieren fuerzas elevadas en comparación con el funcionamiento normal sin sistema automático de arranque y parada. Esto puede acortar la vida útil de las cadenas de distribución, los motores de arranque o la batería.
¿Por qué aumenta tanto la temperatura?
Esta explicación requiere un preámbulo. La reducción de tamaño se considera una contribución clave de los fabricantes de automóviles para reducir el consumo de combustible. Pero esta moneda tiene también otro lado: Más potencia con menor cilindrada significa una mayor carga térmica del motor y, por tanto, también del aceite. Si el volumen de aceite del motor también es menor, el lubricante empieza a pasarlo mal. Por lo general, estos motores también tienen turbocompresor. Solo así se pueden alcanzar las altas densidades de potencia habituales hoy en día.
Si, por ejemplo, se llega a un atasco tras un recorrido por autopista y el sistema de arranque y parada desconecta el motor, también se detiene el flujo de aceite del motor. Precisamente en componentes sometidos a altas cargas térmicas (esto incluye, p. ej. también el turbocompresor) puede tener consecuencias fatales. Dado que el aceite de motor ya no refrigera los componentes, la temperatura en los cojinetes vuelve a aumentar después de parar el motor. La rueda de turbina extremadamente caliente pasa su calor al eje y a otros componentes. Y se calientan a temperaturas superiores a 300 °C. Esto puede conducir a la coquización del aceite de motor y a una mayor formación de sedimentaciones en el circuito de aceite.
Conjunto de exigencias para el aceite de motor en sistemas de arranque y parada
Para que un aceite de motor cumpla las exigencias del servicio de arranque y parada en vehículos y, al mismo tiempo, garantice la máxima protección contra el desgaste, debe producir una película lubricante extremadamente fuerte y resistente. Además, el aceite debe contener sustancias activas que ofrezcan mayor protección contra el desgaste en el área de fricción mixta.
Entonces, ¿los sistemas de arranque y parada necesitan aceites especiales debido a la elevada carga del motor?
No, no son necesarios aceites especiales para motores con sistema de arranque y parada. No es necesario para estos productos, ya que no hay componentes técnicos que determinen la utilidad de un lubricante, sino únicamente las homologaciones de los fabricantes. En sus homologaciones de aceites de motor, los fabricantes de vehículos determinan exactamente la naturaleza del lubricante. Durante el desarrollo se tienen en cuenta las repercusiones y las exigencias del sistema arranque y parada. Las respectivas formulaciones de aceite de motor de LIQUI MOLY superan claramente los requisitos de las especificaciones de aceite más modernas. Nuestros aceites garantizan la máxima estabilidad de la película lubricante y su tecnología especial de protección contra el desgaste garantiza una larga vida útil del motor, incluso en las condiciones más adversas.
En pocas palabras, nuestros aceites de motor son tan buenos que, por nuestra parte, no necesitan lubricantes especiales para motores con función automática de parada y arranque. Hace tiempo que tenemos en cuenta las elevadas exigencias de los fabricantes de automóviles repecto a motores modernos con este tipo de cambio automático. Para estos vehículos son especialmente apropiados los lubricantes de las series Top Tec y Special Tec, así como Leichtlauf High Tech y el Longtime High Tech. Estos aceites siempre han sido adecuados para los elevados requisitos de los vehículos con sistema de arranque y parada, incluso antes de que existiera esta tecnología.