Limpieza del filtro de partículas diésel

Emisiones elevadas, complicaciones en el sistema de escape y reparaciones costosas, son problemas que puede evitar con la limpieza profesional y periódica de su filtro de partículas diésel.

El filtro de partículas diésel (DPF) sirve para reducir las emisiones de los vehículos diésel. El filtro recoge el 90 % de todas las partículas de hollín que se producen en el motor durante el proceso de combustión y evita que se emitan al medio ambiente.

Con el paso del tiempo, puede llegar a acumularse una capa de hollín y ceniza en el DPF que bloquea el flujo de aire y reduce la eficacia del filtro. Normalmente se limpia durante la marcha. Para ello la temperatura de gases de escape debe superar los 550 grados Celsius. Este proceso se denomina «Regeneración» y en él se quema el hollín depositado. Produce principalmente dióxido de carbono (CO₂) y vapor de agua. Como residuo queda ceniza en el filtro.

Especialmente en trayectos cortos frecuentes o paradas frecuentes de larga duración, es posible que no se alcance la temperatura necesaria para la combustión del filtro de partículas en el modo de regeneración. Los vehículos a los que más afecta el problema de los filtros de partículas diésel obturados son los de desplazamientos cortos y circuitos urbanos.

Por eso es tan importante la limpieza del filtro de partículas diésel

Un DPF obturado puede provocar daños graves en el sistema del motor. Entre las posibles consecuencias se encuentran: 

  • Riesgo grave de daños en el motor o el turbo
  • Aumento del consumo de combustible y disminución del rendimiento del motor, así como reducción de la toma de gases mediante el aumento de la contrapresión de escape
  • Se disminuyen la potencia de los turbo compresores de gases de escape, filtros de partículas y sistemas EGR
  • Los valores relativos a la partículas de polvo y el gas de escape pueden dejar de cumplirse y probablemente no cumplan los estándares de emisiones establecidos que repercuten negativamente en una inspección general y en la prueba de emisiones de gases de escape.
  • Se disminuye la eficacia del proceso de regeneración como consecuencia de la reducción de la capacidad de filtrado del DPF debido a los depósitos de ceniza
  • Reparación costosa o sustitución de DPF

Por este motivo, es conveniente realizar el mantenimiento provisional del DPF De este modo, se asegura el funcionamiento adecuado del filtro y se evitan consecuencias graves y costosas reparaciones.

¿Con qué frecuencia deben limpiarse los filtros de partículas diésel?

Una limpieza no siempre ayuda: Si el DPF tiene demasiada ceniza, es necesario desmontar el filtro de partículas y sustituirlo. Para retrasar esta tarea lo máximo posible y aumentar la vida útil del DPF, le recomendamos realizar el mantenimiento del DPF en intervalos regulares.

Dado que el mantenimiento del DPF es mucho más barato que la sustitución o una reparación.

El intervalo depende en gran medida del uso del vehículo y la antigüedad del DPF, así como del kilometraje. Si ha llegado el momento de realizar el mantenimiento programado, póngase en contacto con su taller de servicio LIQUI MOLY. Recomendamos la limpieza del filtro de partículas diésel y el lavado del filtro de partículas diésel cada dos cambios de aceite o en cada inspección relevante.

 

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¡Es indispensable que deje la limpieza del filtro de partículas diésel en manos de un profesional! En caso contrario, corre el riesgo de que los componentes sensibles sufran daños permanentes. En el taller de servicio LIQUI MOLY estaremos encantados de asesorarle.

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Corte transversal del filtro de partículas diésel (izquierda: DPF obturado, derecha: DPF limpio)

Ventajas del filtro de partículas diésel

  • Reducción de las emisiones contaminantes por lo que se optimiza la opacidad del humo antes de la prueba de emisiones de gases de escape
  • Prolongación de la vida útil del DPF
  • Eliminación de residuos de hollín gruesos o incrustados en la superficie del DPF
  • Reducción del consumo de combustible
  • Aumento de la seguridad de funcionamiento de los motores diésel
  • Limpieza montado y, por tanto, reducción del esfuerzo, menor coste y revisión del catalizador