Limpieza del sistema de combustible/aspiración y filtros de partículas con JetClean Tronic III o JetClean Tronic III Pro

Sistema de combustible sucio

Inyectar el combustible directamente en la cámara de combustión es un método común para reducir las emisiones contaminantes de los motores de combustión interna modernos y, al mismo tiempo, aumentar el rendimiento. La inyección directa requiere que el inyector correspondiente (gasolina o diésel) tenga acceso a la cámara de combustión.

Como consecuencia, la sensible cabeza de la boquilla entra en contacto permanente con los gases de escape (entre otros, el hollín). En función del estilo de conducción y de la calidad del combustible, se forman rápidamente sedimentos en los orificios de salida de combustible de la cabeza de la boquilla. Como consecuencia, el combustible inyectado ya no se puede mezclar de forma óptima con el aire, lo que provoca un aumento del consumo y, con ello, de las emisiones contaminantes. A continuación, se generan más residuos de combustión, como, por ejemplo, hollín, que siguen obstruyendo los orificios de salida finos. Esto se traduce en una combustión aún peor, hasta el bloqueo del inyector o el fallo del sistema, lo que puede dar lugar a costosas reparaciones.

Sistema de aspiración sucio

Otro problema de los motores diésel y de gasolina de inyección directa es la falta de limpieza de la zona de admisión. Por un lado, esta se contamina a través de los gases de escape que retroceden durante el cruce de válvulas o del reciclado de los gases del cárter (sedimentos en las válvulas de admisión), por otro lado, a través del sistema de recirculación de gases de escape.

Esta conexión entre el tubo de escape y el conducto de admisión provoca en parte grandes sedimentos en el lado de admisión del motor, así como en las válvulas de admisión. Los problemas resultantes son diversos: desde una zona de admisión completamente sucia, pasando por una válvula de recirculación de gases de escape defectuosa, hasta válvulas de admisión mal cerradas y la consiguiente pérdida de compresión. 

Filtro de partículas atascado

Muchos vehículos diésel sufren además de un filtro de partículas diésel (DPF) obstruido. Esto se debe, en muchos casos, a trayectos cortos que no permiten la regeneración correcta del filtro mediante combustión libre, a sensores defectuosos que controlan la regeneración y provocan una limpieza incompleta o a una mala calidad del combustible que puede provocar una obstrucción más rápida. 

Si el filtro permanece obstruido, esto puede tener consecuencias graves como, p. ej., daños en el motor debido a una presión de escape demasiado alta. Con el aumento de la carga de los componentes individuales del motor aumenta además el riesgo de un elevado desgaste y de costosas reparaciones en el motor, el sistema de escape o el filtro de partículas.