Mayo de 2018 - Ernst Prost, que creó la fundación que lleva su nombre y es gerente de LIQUI MOLY, pone todo su empeño en que las personas se traten con respeto. Esta es también una de las ideas fundamentales de la fundación Weltethos, creada por el teólogo Hans Küng. La fundación Ernst Prost y la empresa de lubricantes destinarán cada una 50.000 euros anuales durante los próximos tres años a esta fundación. Además, Ernst Prost ha sido elegido miembro del consejo directivo de la fundación Weltethos.
Eberhard Stilz, presidente del Tribunal Constitucional de Baden Württemberg y también presidente de la fundación Weltethos se congratula enormemente por este apoyo: "En estos tiempos de incertidumbre y migración globales, nuestra labor es más necesaria que nunca." Esta generosa contribución nos ayuda enormemente a la hora de realizar nuestro cometido de una manera aún más eficiente." Ya este año, la fundación Ernst Prost y LIQUI MOLY fomentarán la labor de Weltethos con 50.000 euros cada una, y por lo pronto durante tres años. Además, Ernst Prost se ha convertido en miembro del consejo directivo.
Hace siete años, Ernst Prost lanzó la fundación Ernst Prost para ayudar a personas que padecen necesidad por causas ajenas a su voluntad. Tras unos acontecimientos decisivos vividos en Sudáfrica en 2015, ese mismo año fundó la Ernst Prost Foundation for Africa. Apoyar la fundación Weltethos es para él un paso muy importante, cuando se trata de hacer de este un mundo mejor. Ernst Prost: "El presidente Eberhard Stilz y su equipo hacen una gran labor en este mundo disparatado. Gran parte del sufrimiento que padecemos los seres humanos se lo "agradecemos" a nuestro destino. Por ejemplo enfermedades, discapacidades, necesidad y muerte... En las fundaciones Ernst Prost trabajamos para aliviar el sufrimiento de las personas. Pero también hay sufrimiento que han creado las personas: Guerras, migración forzada, racismo, odio y falta de amor al prójimo. Aquí es donde se implica la fundación Weltethos. Sí, gran parte del sufrimiento que padecen en este mundo tanto personas como animales no existiría, si todas las personas se tratasen como personas. Paz, respeto, amor al prójimo, tolerancia y disposición a ayudar."
El creador del concepto de ética mundial y de la fundación Weltethos es el teólogo suizo, nacido en el cantón de Lucerna en 1928, Hans Küng. En 1993, el Parlamento de las Religiones de Mundo aprobó en Chicago la Declaración de la Ética Mundial. "Una época en la que rigen, más que en cualquier otra anterior, la política mundial, la tecnología mundial, la economía mundial y la civilización mundial, necesita imperantemente una ética mundial", afirmó Hans Küng en ese mismo año. El proyecto Ética Mundial intenta describir las similitudes entre las religiones mundiales y, a la vez, se propone establecer un conjunto de reglas partiendo de requisitos elementales, que todas ellas puedan aceptar, es decir, una ética común. Hans Küng: "Lo que necesita este mundo es una ética común no una religión única ni una ideología única; lo que sí requiere son normas, valores y metas vinculantes y unificadoras."
Para Ernst Prost, estos valores unificadores y vinculantes son muy importantes precisamente en el día a día, tanto en la esfera privada como en el entorno laboral. “Honestidad, fidelidad, bondad, gratitud, diligencia, decencia, respeto y tolerancia son solamente algunos de nuestros valores en LIQUI MOLY, que nos sirven de guía en nuestra labor diaria, tanto entre nosotros como con nuestros clientes y proveedores. Con frecuencia se nos mira con extrañeza por estas "prácticas anticuadas", cuando para nosotros son más que evidentes", en palabras de Ernst Prost.
Ernst Prost logra ayudar con ambas fundaciones en Alemania, pero también ya lo está haciendo a nivel mundial, especialmente en el continente africano. La labor de la fundación Weltethos tiene un enfoque global primordial: Considera que la convivencia pacífica entre pueblos y naciones sólo será posible, cuando las religiones mundiales estén dispuestas a dialogar y a buscar la paz. Para lograr una ética global es imprescindible llevar a cabo un cambio de conciencia en todos los seres humanos. "Este es un objetivo muy ambicioso, por el que merece la pena trabajar y luchar. Por esta misma razón la fundación Ernst Prost y LIQUI MOLY apoyan decididamente a la fundación Weltethos", explica Ernst Prost.